A través de la expresión teatral, el niño de Educación Infantil aprende a hablar con su cuerpo y con su voz, participa en la aventura del grupo, interpreta a un personaje diferente de él mismo, y , gracias a sus aptitudes de aprendizaje, aprende a sorprender a sus padres, profesores y también a si mismo. Los juegos y ejercicios que se van realizando a lo largo del curso escolar le permiten interpretar acciones, emociones y sentimientos en un mundo construido a la medida de sus habilidades de compresión y de memorización, de manera que aumenta su potencial de inteligencia emocional para avanzar en su madurez personal.
Es evidente el potencial de comprensión, observación, perseverancia y exploración del sentido de la abstracción que poseen los niños, así como su habilidad imaginativa para dar vida a objetos y para inventar personajes y atribuirles roles extraídos de los modelos de la vida real. A través de los juegos teatrales contribuimos al desarrollo físico, intelectual y cultural del niño, y son una motivación para favorecer su desarrollo social y afectivo.
Los objetivos que se pretenden conseguir en Educación Infantil a través del trabajo de la expresión teatral son los siguientes:
- Comprender las nociones de espacio y tiempo.
- Aprender a conocer su propio cuerpo.
- Desarrollar su imaginación.
- Aprender a escucharse a si mismo y a los demás.
- Habituarse a hacer un trabajo más riguroso y metódico.
- Aumentar su sensibilidad.
- Aprender a tener en cuenta y a valorar el trabajo del otro.
- Desarrollar la capacidad de ser disciplinado.
- Asumir el riesgo.
A través de la expresión teatral ayudamos a convertir al niño en el adulto seguro de si mismo y solidario que deberá ser en el futuro
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